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Frutos de la piracanta
La pyracantha es arbusto perenne, espeso y con espinas. Flores blancas pequeñas a principios del verano. Abundantes bayas en otoño que nacen en las ramas maduras. Pueden ser rojas, naranjas o amarillas.
Situación: Resistente. Tolera cualquier suelo, al sol o en semisombra.
Formación: Puede llegar a los 3 m. como arbusto aislado. También es interesante en los bordes. Guiado por un muro o una valla puede ser espectacular. Funciona bien como seto o como pantalla.
Seto de piracanta con sus colores otoñales, en la iglesia de Valdemorillo, Madrid
Otra vista de las piracantas que bordean el muro de piedra
Poda: A mediados de la primavera. Los formados en una pared necesitan podas
enérgicas, incluida otra al final del verano en la que se acortan
los brotes del año y que ayuda a los frutos a madurar, permitiendo
además que se vean mejor. En ellos se creará una estructura
principal, eliminando por completo las ramas no deseadas.
Los setos formales se recortan dos o tres veces en la temporada de crecimiento.
Se pueden renovar desde la primavera al verano, aguantando bien las podas
radicales. Los arbustos apenas necesitan poda, eliminándo únicamente las ramas largas o molestas.
El seto de piracanta bajo los viejos cipreses y la torre de la iglesia de Valdemonillo
Multiplicación: Por semillas en primavera o por esquejes en verano.
Problemas: Los arbustos pueden padecer el fuego bacteriano. Cuidado con sus agudas espinas al podarlo y manipularlo. El cotoneaster es muy parecido y además no pincha.
Frutitos de la piracanta en detalle
Piracanta, variedad angustifolia, cubierta de frutos, en la carretera que sube al puerto de Navacerrada, Madrid
Frutos amarillo-anaranjados de la pyracantha angustifolia