El mirlo común es de los pájaros más habituales en nuestros parques y jardines. Pertenece a la familia de los túrdidos y mide unos 25 cm. En España la mayoría se han convertido en residentes. El macho tiene el pico amarillo y el plumaje negro. A veces tienen manchas blancas en el plumaje, pudiendo darse algún ejemplar completamente blanco. La hembra es un poco más clara, de color marrón oscuro moteado y los pájaros jóvenes son agrisados.
Es omnívoro, se alimenta de frutos, bayas, gusanos, insectos… que busca hurgando entre la hojarasca o el suelo suelto de los arriates. Le gusta vivir y moverse por sitios protegidos. Construye nidos algo descuidados en los arbustos y a menudo se le ve correteando por el suelo, entre la vegetación. Su canto es melodioso y muy apreciado, el primero en madrugar y de los últimos que se oyen al anochecer. Cuando siente alguna amenaza y escapa, emite una característica voz de alarma.
Se acostumbra a nuestra presencia y se le puede ver buscando alimento cerca, sin exponerse demasiado. Alguno hemos conocido con tal descaro que seguía dando cuenta de los racimos de la parra a pesar de que estuviésemos sesteando debajo.
Huevos de mirlo en su nido