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Hoja otoñal del Liquidambar, con sus cinco lóbulos y el largo pecíolo
Familia de las Hamamelidáceas. El liquidambar es un caducifolio de porte columnar, con la copa estrecha y cónica. Llega a los 40 m. de altura. Corteza interesante, grisácea con numerosas y profundas grietas longitudinales. Flores pequeñas y frutos esféricos, espinosos. Hojas alternas, con 3 a 7 lóbulos, un largo peciolo y parecidas a las del arce. Son olorosas si se las exprime. Excelente color otoñal del follaje que abarca gamas amarillas, naranjas y rojas. Su resina se emplea en perfumería y tiene también propiedades medicinales.
El bonito follaje del liquidambar cuando comienza a tormar los colores del otoño
Habita: Proviene de América del Norte. Se cría en los alrededores de los cursos de agua, ya que prefiere la humedad y el frescor.
Cultivo: Se debe regar a menudo. Tiene las raices delicadas y no conviene plantarlo hasta que éstas estén bien desarrolladas.
Situación: Resiste bien el frio. En sitios abiertos, al sol o en semi-sombra. Prefiere los terrenos ácidos (en los que dará mejores coloraciones otoñales), ricos en materia orgánica, con buen drenaje y profundos.
Formación: Se forma con un eje principal.
Poda: No hace falta. La madera muerta se puede retirar a principios de otoño y el resto durante la temporada de reposo vegetativo. En zonas frías no conviene aplicar podas severas.
Multiplicación: Mediante la siembra de semillas en otoño, por esquejes en el verano o por acodo en primavera. Para transplantarlo es mejor la época de reposo vegetativo.
La copa del liquidambar es columnar y cónica, y muy vistosa como ésta en otoño
Las últimas hojas del liquidambar en invierno
El tronco profundamente acanalado del liquidambar entre la nieve