
Probablemente el drago más antiguo y grande del mundo,
en el municipio de Icod de lo Vinos, en la isla canaria de Tenerife.
Su género, Dracena, cuenta con unas 40 especies de árboles y arbustos siempreverdes originarios de las regiones ecuatoriales de África y Asia, muchos de ellas cultivadas como plantas de interior por su llamativo follaje. El drago es un árbol que puede alcanzar hasta los 20 m. de alto. El tronco es duro, leñoso, grueso y redondo, de hasta 1 m. de ancho y conserva las marcas de las hojas que han caído. La copa es compacta y regular, muy ramificada. El tronco no se ramifica en dos gruesas ramas hasta que no florece por primera vez. Las hojas nacen agrupadas en rosetas al final de las ramas. Estas hojas son carnosas, de color verde azulado, rígidas, estrechas y muy largas, con forma de espada y miden unos 55 cm. por 5 cm. de ancho. Florece sólo cada 10 ó 15 años, al final de las ramas, en racimos cargados de flores pequeñas e insignificantes, de color verdoso que tienen líneas rojizas. Los frutos maduran en verano, son bayas de unos 2 cm., de color anaranjado y gusto agridulce. Al drago se le hacen cortes en el tronco para recoger la savia, una resina de color rojo llamada sangre de drago. Esta savia se utiliza actualmente en cosmética y antaño tenía utilidad medicinal por sus propiedades astringentes. Los antiguos aborígenes canarios, los Guanches, ya la utilizaron por su capacidad curativa.

Detalle del tronco de este drago milenario de Icod de los Vinos
Especies:
Dracena tamarae, es el drago de Gran Canaria. De sólo 8 m. de alto y menos ramificado que D. draco. Es una especie que está en serio peligro de extinción.
Originario: de las islas Canarias, Madeira y Cabo Verde.
Situación: a pleno sol o a media sombra, en todo tipo de terrenos, mejor si son sueltos, húmedos y con un buen drenaje. Necesita vivir en climas cálidos o del tipo subtropical, sobre todo al principio de su vida. Por lo demás es un árbol muy resistente que aguanta el viento, la sequía, el calor extremo y la cercanía del mar.

La copa de drago se ramifica mucho y las hojas nacen en rosetas en los extremos.
Cultivo: crece muy lentamente y es muy longevo, pudiendo llegar a vivir cientos de años. En Icod de los Vinos, Tenerife, hay un drago del que dicen que es milenario. No es posible conocer su edad ya que no forma anillos de crecimiento, pero en cualquier caso resulta impresionante. No hace falta regarlo con frecuencia, pero sí hay que hacerlo en profundidad. Las raíces nunca deben permanecer encharcadas, ya que esto puede matar a la planta. El drago también se puede cultivar en maceta como planta de patio o de interior, obviamente cuando es muy pequeño. En este último supuesto conviene aplicar algo de fertilizante líquido una vez al mes.

Copa de otro drago en el casco antiguo de San Cristobal de la Laguna, también en Tenerife
Poda: lo normal es que no necesite poda, como mucho se van eliminando las hojas secas.
Multiplicación: por medio de las semillas en primavera o mediante esquejes leñosos en verano.
Problemas: por lo general el drago se ve libre de plagas y enfermedades. Las plantas jóvenes que viven en invernadero pueden sufrir el ataque de la araña roja. Aunque es una especie muy cultivada en las islas Canarias, es una especie que se ve amenazada en su entorno natural. El drago de Gran Canarias se encuentra directamente en peligro de extinción.