Buganvilla en plena floración
La buganvilla es una planta de enredadera perenne de la familia de las nictagináceas. Tiene los tallos leñosos, con algunas espinas, y alcanza hasta los 5 metros de envergadura. Las hojas son ovaladas, de color verde intenso. Su floración es muy vistosa, aunque lo realmente bonito son las brácteas coloreadas, ya que las verdaderas flores son insignificantes. Los colores de las brácteas pueden ser de lo más variado: blanco, rojo, púrpura, anaranjado... Su nombre hace honor al navegante francés Louis de Bouganville.
Variedades:
Bouganvillea glabra.
Bouganvillea x buttiana.
Bouganvillea spectabilis.
Originaria: de las zonas tropicales y subtropicales de América.
Situación: a pleno sol y protegida. En las regiones templadas puede florecer durante todo el año. En cualquier tipo de terreno, aunque sean pobres, pero bien drenados. No soporta las heladas intensas. En los lugares con inviernos muy fríos sólo sobrevive orientada al sur o si se la protege. Las plantas jóvenes son aún más delicadas.
Cultivo: lo normal es utilizarla como trepadora, en pérgolas, muros, vallas, etc. No se adhiere por sí sola, por lo que necesita una estructura a la que encaramarse. También se le puede dar aspecto arbustivo, de arbolito o formarla como seto. Además se puede cultivar en el interior, en maceta, donde no le debe faltar la luz para que florezca. Apenas necesita abonado. Debe regarse con mesura en verano y casi nada en invierno.
Poda: se poda para formar la estructura y para estimular la floración, en invierno o a finales de éste, si hay riesgo de heladas, antes de que empiecen a nacer las hojas nuevas. Se acortan los vástagos del año y se eliminan los dañados o molestos. Durante la floración, las flores marchitas se eliminan cortando los tallos a la altura de una yema sana.
Multiplicación: mediante esquejes, a principios del otoño.
Problemas: las heladas fuertes y la tierra encharcada la pueden matar.