El bijao proviene de la América tropical, donde algunos pueblos utilizan sus hojas para cocinar los alimentos que envuelven previamente con ellas. Aunque esto es bastante curioso, lo que a nosotros más nos fascina es su floración, que tiene tal despliegue de color y presenta una forma tan elegante y singular que bien pudiera parecer la escultura de alguna vanguardia artística. Por si todo este despliegue estético no fuera suficiente, la polinización de estas singulares flores la llevan a cabo algunos de los pájaros más extraordinarios que existen: los colibríes.
Las brácteas que contienen las flores al comienzo de su desarrollo.
Otro tallo del bijao en el que empiezan a desplegarse
las brácteas con las flores
Esta espléndida mata de bijao cultivada en el Botánico del Puerto de la Cruz,
en Tenerife, a la que se asoma nuestra intrépida reportera, supera los 4 metros de altura.
Vista del follaje perenne del bijao, con sus grandes hojas
al final
de los también considerables peciólos.
Las hojas son bastante grandes y en algunos
lugares
del mundo se utilizan para
cocinar los alimentos
una vez envueltos en ellas.
La flor, pequeña y no demasiado vistosa, se desarrolla
en medio
de una bráctea con mucho color y que tiene es curiosa forma de barca.
Aquí se almacena el agua de lluvia y pueden desarrollarse larvas de mosquitos.
Los capítulos florales nacen de forma alterna y escalonada a lo largo del tallo
Si las condiciones le son favorables los tallos del bijao se reproducen con facilidad, tanta que en algunos lugares llega
a convertirse en una especie invasora.
Más flores del bijao, con un diseño y un colorido
que la convierten en toda una escultura vegetal
Bijao - Heliconia bihai
Otras plantas originarias de las regiones cálidas y tropicales