Flor y hojas de la berenjena
Variedades:
Solanum melongena var. esculentum, es la variedad común, la más cultivada.
Solanum melongena ‘Dealmagro’, o berenjena de Almagro, que se conserva y se consume encurtida.
Originaria: de las regiones tropicales de Asia.
Situación: crece a pleno sol. No resiste las heladas, allí donde hiela se cultiva como anual. Por debajo de los 10º ya tiene problemas. Si el clima es lo bastante cálido se convierte en perenne. Se planta en terrenos hondos, muy ricos en materia orgánica y lo bastante húmedos. Aunque si el clima y el ambiente es húmedo no se desarrollará bien.
Cultivo: la berenjena es de las hortalizas más ornamentales. Se riega bastante pero sin encharcarla. La tierra debe abonarse con abundante materia orgánica. Cuando son jóvenes y si el tiempo es frío, conviene colocarlas encima alguna protección. Se cultivan en verano o en invernaderos que mantengan la suficiente temperatura. El fruto de la berenjena se recolecta cuando se pone de color púrpura, con la piel bien tersa y antes de que alcance su tamaño máximo, pues entonces produce semillas dentro y se vuelve incomestible. Las berenjenas se recogen con un corte limpio en el tallo. Al recolectarlas se consigue que la planta produzca todavía más frutos.
Multiplicación: mediante semillas, que antes se habrán humedecido en agua durante la toda la noche. Las semillas necesitan entre 25 y 30º para germinar. No soporta el transplante, por lo que se siembran en tiesto con turba para no dañar las raíces. Con las plantitas crecidas unos 10 cm. y cuando el tiempo empieza a caldear, se trasladan al suelo dejando entre ellas una distancia de entre 50 cm. y 1 m., dependiendo de la profundidad y riqueza de la tierra.
Problemas: la berenjena es propensa a sufrir el ataque de los áfidos y a la araña roja. Cuando vive en ambientes húmedos puede desarrollar moho. Las cultivadas en invernadero son más sensibles a las plagas y enfermedades. Contiene algunas sustancias tóxicas.