Dibujo de las piñas asentadas en las ramas del abeto blanco
Las piñas son cilíndricas, alargadas y erectas, de unos 15 cm. de largo. No se dan hasta que el abeto tiene varios años.
A la trementina del abeto se le daban antiguamente aplicaciones medicinales. Tiene una madera ligera y maleable, que se utiliza en ebanistería y para elaborar instrumentos musicales. El abeto es el típico árbol de navidad.
El abeto se reconoce por:
- El porte cónico, muy regular.
- Las hojas lineares, con dos rayitas blancas en la cara inferior.
- Las hojas alineadas en hileras, como en un peine.
- Las piñas erguidas, cilíndricas, de unos 15 cm.
Variedades:
Abies alba “Pendula”, con el follaje colgante.
Abies alba “Pyramidalis”, de porte marcadamente columnar, con hasta 10 m. de altura.
Originario: de las montañas de Europa central y del sur.
Situación: al sol, a media sombra e incluso a la sombra. En cualquier tipo de terreno, mejor si es fresco, hondo, permeable y rico en materia orgánica. El abeto prefiere los climas húmedos, sin extremos de temperatura. Le afectan mucho los veranos muy secos, el frío y las heladas tardías. También le perjudica la contaminación.
Cultivo: como ejemplar singular, en parques y jardines grandes. Crece despacio.
Poda: no es necesaria y menos en los árboles adultos. Las podas de saneamiento se pueden hacer en invierno. Cuando nazcan guías dobles en la parte superior de la copa, debe eliminarse una de ellas enseguida.
Multiplicación: por las semillas. Algunos cultivares se propagan mediante esquejes. Los esquejes de ramas laterales seguirán con ese hábito, nunca crecerán hacia arriba. Tolera mal el transplante. Cuando se compran abetos en contenedor se debe vigilar que las raíces no vengan enrolladas, debido a que el árbol nunca llegará a afianzarse.
Problemas: es propenso al ataque de los áfidos.